Permiten soldar de forma óptima tanto materiales con temperaturas de fusión y conductibilidades térmicas elevadas. Benefíciese de un aumento de la productividad y de la calidad en comparación con los procedimientos de soldadura convencionales: se reducen las preparaciones para la unión y la velocidad de soldadura es hasta diez veces mayor que en otros procedimientos de soldadura. Gracias al reducido aporte de calor durante el proceso de soldadura, producirá piezas prácticamente exentas de deformación y obtendrá costuras perfectas, que por regla general no requieran mecanizado posterior.
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